paula rego -shakespeare - le bastart

Paula Rego, engendros del monstruo social

La mente de Paula Rego funciona como un alambique alquímico. Tiene el don de absorber, destilar y transmutar esencias de vida y fábula en las que sus lecturas literarias reactivan filones ocultos del subconsciente.

paula rego - pillowman - le bastart
The Pillowman, 2004 Central panel

Compone relatos visuales en los que retales de historia personal y colectiva, sueño y memoria, se entreveran unos en otros conformando tupidas tramas que nos atrapan, no tanto por la narración en sí sino por el modo de hilvanarla.

A mitad del recorrido por las salas de La Virreina, en su exposición Léxico familiar, nos encontramos con un tríptico, El hombre almohada (2003), ante el que se nos invita a sentarnos, una pausa en el camino para señalar quizás la importancia de esta obra como punto de inflexión en el proceso creativo de la artista.

paula rego - scarecrow - le bastart
Scarecrow 2006.

El tríptico se acompaña de un extracto de conversación de Paula Rego con Marco Livingstone en el que describe cómo se gestaron las escenas, los personajes, el atrezo… Todo empezó en el Teatro Nacional de Londres, viendo “The pillowman” de Martin McDonagh, historia sobrecogedora en la que contar cuentos trasciende la ficción, donde la violencia extrema y la honda compasión confluyen sin corrección política alguna.

El miedo medular que arraiga en la infancia, el poder redentor de los cuentos, la disfunción familiar como criadero de psicosis e insania… No sorprende la fascinación de Rego con la obra de McDonagh, siendo para ella la casa de su abuela en la que creció (arrullada entre cuentos portugueses) una preciada cantera que ha ido surtiendo su imaginario, y aún hoy, octogenaria, sigue condicionando sus visiones plásticas. Cuentos sin hadas ni madrinas malas, solo gente corriente, atroz y maravillosa a un tiempo, como en la vida misma.

paula rego - basilio - le bastart
Dream of paradise 2015

En dicho tríptico, el hombre almohada acaba mimetizándose con el padre de la artista, de modo inconsciente e imprevisible, explica Rego, no en su vertiente terrorífica sino por su condición mullida y envolvente. La escena central transcurre en la playa donde veraneaba con su familia, cruzándose el pintoresquismo local con el patetismo de la trama. Oteamos a lo lejos la niña que creía ser Jesús arrastrando su cruz, y en primer plano a la pequeña Paula, recostada sobre su padre-almohada.

paula rego - selfportrait - le bastart
Self-portrait (part of triptych) 2015

Fue esta la primera vez que introdujo en escena personajes no humanos, un muñeco-cojín que realizó ella misma. Después su taller se iría llenando de criaturas de trapo y yeso, que protagonizarían futuras narraciones.

Tanto en revisiones de los cuentos clásicos como en sus tragicómicas apropiaciones de personajes literarios de Eça de Queirós o Charlotte Brontë, ahonda en lo más recóndito de la psique para analizar redecillas familiares, patrones coercitivos, los borrosos límites entre el amor y la represión, la hipocresía y las mentiras que conducen al crimen y a la autodestrucción.

paula rego - virgen dolores - le bastart
Our lady of sorrows 2013

Las leyendas visuales se desarrollan a modo de fotogramas plásticos que deben tanto al cine como a los juegos de espejos velazqueños o a los enredos de William Hogarth. En viñetas vemos a un hombre lobo camelando a Caperucita, del que la madre acaba vengándose para salvar el honor de su hija, y de paso, quizás, sofocar sus celos. Con su piel se hace una estola, que luce con elegancia en el cuadro final.

Así son las mujeres de Rego, de armas tomar. En su guiño a Hogarth y su matrimonio a la moda trasciende el culebrón para centrarse en los temperamentos, sobre todo en la personalidad de la mujer, cuyo marido termina acurrucado (o muerto) en su regazo.

Esta estampa de pietá contemporánea se repite como arquetipo de feminidad fuerte en la obra de Rego, pero la fortaleza también se manifiesta en la sabiduría de las brujas, en la visión oracular del cuervo o en la animalidad de la mujer-perro.

paula rego - vivian girls - le bastart
Vivian girls in Tunisia 1984

Hordas primitivas de infantes o conciliábulos de mujeres-pájaro, Rego ha flirteado con variedad de lenguajes: el art brut en sus inicios, goyesca en los aguafuertes…, y en las últimas décadas (cuando ha descubierto en el pastel la técnica que mejor le permite expresarse de modo visceral) más cercana a un realismo crudo a la par que mágico. Pero en todos los casos subyace una búsqueda esencial, honrar la resiliencia ante la opresión (social, política, doméstica), sobre todo de mujeres y niños.

paula rego - abortion - le bastart
Abortion serie. Num.4 1998

Aunque nadie es inocente. Las Vivian Girls que escaparon de las láminas de Henry Darger para sembrar el miedo en África (Vivian Girls in Tunisia), o las madres que alientan la masacre genital de sus hijas (véase la serie sobre la ablación), el monstruo social se infiltra en el interior de cada uno.

Incluso cuando retrata a las víctimas del patriarcado y sus leyes reaccionarias, como es el caso de mujeres que se ven obligadas a abortar clandestinamente en condiciones insalubres, las muestra vulnerables pero valientes. Las vemos cuando recién han abortado o se disponen a hacerlo, replegadas en su dolor pero desafiantes, algunas nos miran con resentimiento, pues no hay diferencia entre la apatía y la complicidad con el status quo: Rego concibió esta serie tras el fracaso (por abstención mayoritaria) del referendum de 1998 en Portugal para despenalizar la interrupción del embarazo.

paula rego - magpie - le bastart
Last king of Portugal: Magpie 2014

Hacia el final del recorrido, nos encontramos un retablo (Oratorio, 2009) cuyas escenas no narran la vida de ningún santo sino, a grandes rasgos, la historia de una violación, el parto bajo la luz de la luna y el sacrificio del hijo. En el centro, un grupo escultórico completa el cuadro de orfandad y muerte.

Rego ha fascinado tanto a los coleccionistas más punteros (Charles Saatchi la tiene en su panteón de predilectos), como a los amantes de la Escuela de Londres o del tenebrismo hispano.

Porque su arte es intempestivo. Nos remueve por dentro sin necesitar de un lenguaje rompedor, sin salirse de la tradición de la pintura, y siendo incisiva de una forma silenciosa que choca con el efectismo que acompaña mucho del arte que se autodenomina transgresor.

Anna Adell

.

paula rego - mujer perro - le bastart

.

Paula Rego, Léxico familiar
se puede visitar en La Virreina Centre de la Imatge, Barcelona
Comisario: Valentín Roma
hasta el 8 de Octubre 2017

.

.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *