En los ritos de iniciación el individuo se separa de la colectividad para después reagruparse asumiendo un nuevo estatus. En el umbral entre estas dos fases el ser deviene transicional, permanece en suspenso, sin realidad social, y esta invisibilidad le permite moverse en los márgenes de la estructura consensual. La “persona liminar” es potencia creativa, liberada de todo tabú. Dentro del ritual es representado como asexuado o bisexual. El antropólogo Victor Turner alentaba al estudio […]