Miss Beige es una flaneur empedernida, gasta suelas (¿beige?) callejeando por barrios anodinos, tomándose fotos ante las persianas bajadas de un sex shop (Mundo fantástico), junto a un parquímetro (La bella y la bestia) o entre feos edificios suburbanos, porque ella sabe que la belleza está en otra parte. Casi como si siguiera el consejo de Walter Benjamin de experimentar la calle de modo creativo y escapar del enjambre que se desplaza robotizado por caminos […]