En una entrevista, el artista Makoto Aida justifica la obsesión japonesa con las adolescentes con lo que él llama feminización del país, que quedó huérfano de padre tras abolirse el ejército al término de la Segunda Guerra Mundial. Aida, en su obra, parodia las filias sexuales de sus coterráneos a la par que arremete contra el masoquismo vernáculo arraigado en antiguos códigos de honor, la fiebre empresarial y las fantasmales vías de evasión. Desde los […]