Llámase Hipocresía la calle que empieza con el mundo y se acabará con él; y no hay casi nadie que no tenga, si no una casa, un cuarto o un aposento en ella. Hacia esa calle se dirigen un suspicaz anciano y un joven ingenuo para observar de cerca la ruindad que se esconde tras los usos y costumbres de sus coetáneos.
Franquear ciertos umbrales para ver El mundo por dentro, como hizo Quevedo en este cuarto Sueño, es lo que también procura con sus performances la artista turca Sükran Moral, de ahí que la comisaria Claudia Gianetti retomara este título del escritor español para presentar su obra en Es Baluard.
1. Sükran, en dos de los video-performances incluidos en la muestra de Es Baluard te vemos ocupar dos espacios exclusivamente masculinos: un hamam para hombres (Hamam 1997) y un burdel de Estambul (Bordello 1997). En el primero te disfrazaste de asistente para poder entrar, en el segundo vistes como prostituta y llevas un cartel de “Se vende”. Si enlazamos ambos proyectos, ¿podemos decir que el anacronismo de la segregación por sexos en una sociedad es una de las causas de la doble moral?
Bordello y Hamam son dos performances que hice para poder ingresar en lugares donde los hombres se divierten, compran sexo y se pueden permitir preservar su privacidad masculina, encerrarse para estar cómodos, como ocurre en algunos baños turcos. La idea era romper un tabú, desenmascarar un mito machista… ¿Qué pasaba allí dentro? Se hablaba de ello pero no sabíamos realmente nada.
Era interesante para mi descender a la ciudad “subterránea”, al mundo underground opuesto a la falsa mojigatería dominante en las ferias de arte que les evita tener que enfrentarse a la realidad.
2. Otro tema que ensarta ambos proyectos es la cosificación de la mujer: en Hamam, el guiño a las odaliscas en los “baños turcos” de la pintura orientalista decimonónica; en Bordello, el paralelismo entre la prostitución del arte-mercancía y el cuerpo-mercancía de la prostituta… Ambas parten de situaciones locales concretas, pero pienso que te interesa extender la reflexión a un nivel más global. El machismo adopta formas distintas según esté modelado por el capital, por la religión, por el arte…
Sí, pero si miras de cerca Hamam verás que hunde sus raíces en los frescos de Pompeya. Por una parte, prefiero trabajar en mi país; por otra, algo así como sentimientos ancestrales mueven mis entrañas hacia la búsqueda de una lengua universal.
En Occidente, Hamam ha sido interpretada en relación al trabajo de Ingres, a su visión orientalista de la mujer-objeto, seductora: mujeres en el baño turco o humildes geishas que ofrecen dócilmente su cuerpo al hombre. Mi entrada a un baño turco en Estambul rompe con esta mirada occidental y, concretamente en relación a la situación local, rompe un tabú medieval y mezquino.
3. En Married with Three Men 2010 (que también puede verse en la exposición mallorquina), realizas una completa inversión de roles al escenificar una boda tradicional turca con sus ritos y costumbres más degradantes: adoptas el papel de novia y eliges dos novios muy jóvenes (denunciando la poligamia y el matrimonio infantil), les colocas la cinta roja de la virginidad, y cuelgas de sus trajes oro y billetes (como suele hacerse en el vestido de la novia). Además, ellos son kurdos, con lo que aún pones más el dedo en la llaga del sistema. ¿Cómo reaccionó la gente del pueblo ante esta boda surrealista?
La primera vez que llevé a cabo “Matrimonio con tre” fue en Roma, en 1994, para denunciar mi situación de inmigrante clandestina en Italia. Así pues, en un primer momento no se trató solo de denunciar la poligamia. Después realicé el performance en un pueblo turco con personas del lugar, y aquí sí denunciaba el crimen cometido contra tantas niñas obligadas a casarse con hombres mayores, y la humillación a que se somete a la mujer.
4. Todos tus performances son arriesgados y han sido censurados en tu país, pero el que causó más revuelo, obligándote al exilio, fue una escena de sexo con otra mujer (Amemus 2010) ¿Crees que el motivo de tanto escándalo sea el hecho de que fuera lésbico o simplemente por practicar sexo en una galería? La homosexualidad no está criminalizada en Turquía pero sigue siendo tabú, incluso en los últimos años ha habido una clara regresión en tema de derechos.
La verdad es que buscaban una excusa para desacreditarme. Hasta ese momento ya había hecho muchas obras incómodas, que tenían mucho eco… Y encontraron esa excusa. Mi país se encontraba en un momento muy delicado. Todos estaban como obnubilados por una luz cegadora. Digo luz para no decir absoluta oscuridad… Nunca había visto tal cosa. El país entró en un completo delirio.
El delirio colectivo quería lincharme porque hice el amor con otra mujer en una galería de arte. ¡Hacer el amor! Lo cierto es que la situación de los homosexuales está empeorando. Los derechos denegados van en aumento, nos dirigimos hacia la Edad Media.
5. He leído que Amemus se inspiró en el cuadro “Le sommeil” de Courbet, lo que me lleva a otra asociación: ¿tenías presente “L’origene du monde” al realizar un primer plano fotográfico de una vagina ensangrentada (Found Guilty)? Que tus obras nos recuerden pinturas del pasado acentúan su carga disruptiva, al anclar una historia de abusos sobre el cuerpo femenino en la historia falocéntrica y voyeurista del arte universal.
Para Amemus no me inspiré en Courbet sino en mi propia experiencia. La inspiración me la ha dado una sociedad patriarcal que humilla y niega el deseo de las mujeres.
En cambio, el otro trabajo que citas, “Ecco la colpevole” (2009), la vagina sangrienta, sí la hice para dar una respuesta al “Origen del mundo”, ese coño tan seductor, al que contrapongo un coño que es una bofetada a la mirada voyeur.
6. La instalación Family night (2009) mostraba con mayor carga escenográfica la violencia latente en el núcleo familiar, la atrocidad arraigada en mentes forjadas por tradiciones milenarias que no se cuestionan. Aunque las leyes se vayan haciendo más aperturistas, la realidad es otra: los crímenes de honor, la humillación de las niñas que intentan salir del redil…
Noche Familiar 2009 habla de la violencia que llega a las mujeres desde el hogar de su esposo, de un padre o de un hermano. En casa, la familia feliz, una escena festiva de comida familiar en la que todos tienen su papel para que los señores tengan a su alcance la riqueza del mundo que se reparte entre unas pocas familias.
Entrevista a cargo de Anna Adell
Sükran Moral, El mundo por dentro
comisariada por Claudia Gianetti
puede visitarse hasta el 9 de septiembre 2018
en Es Baluard, Museu d’Art Modern i Contemporani de Mallorca