“El cuerpo es un repositorio de marcas”, se nos dice en algún momento en uno de los ensayos visuales de Carlos Motta, Lágrimas (2017). De marcas coloniales y poscoloniales hablan muchas de las obras de este artista colombiano, cicatrices metafóricas sobre la carne y el deseo, indelebles a pesar del transcurrir de los siglos. Jacques Derrida, para quien el concepto de “marca” o “cicatriz” cultural fue tan importante, decía que no es posible escapar de la […]
Category: Arte anticlerical
Peter Hujar y David Wojnarowicz. There is no time…
Contemplar una danza luciérnagas en un noche sin luna fue una experiencia que Pasolini rememoraba de su época de estudiante y que debió ir más allá de la anécdota, pues con el tiempo se vio que aquella visión quedaría alojada en su conciencia como presagio de un eclipse cercano. Dos décadas más tarde, constataría la “desaparición de las luciérnagas” en una Italia anegada en un fascismo mediático, más terrorífico que el instaurado por Mussolini, a […]
Joan Morey, el deseo y lo social
Il n’y a que du désir et du social, et rien d’autre, L’Anti-Œdipe, 1972, Deleuze; Guattari El alma, prisión del cuerpo. Con esta inversión del axioma católico Foucault matizaba lo que ya había apuntado Nietzsche: es de la mala conciencia que nace la moral del esclavo. El sujeto (sujeción, sometimiento) se forma a partir del repudio de ciertos deseos. Antes que ellos, Hegel: los siervos se liberan del amo, sí, pero para acabar supeditándose […]
Terribles nínfulas, con o sin smartphones
Primer acto: un paciente tumbado en una cama de hospital, inmovilizado entre prótesis y mantas, al que atienden (desatienden) enfermeras de labios carmín y ceñido vestuario, ajenas al progresivo empalme del inválido. Esta escena sintetiza el germen de la imaginación bullente de Stu Mead, quien pasó parte de su infancia postrado a causa de una enfermedad que ha lastrado toda su vida su relación con las mujeres. Franco en palabras tanto como en imágenes, Stu […]
Clovis Trouille, el Pigmalión de feria
Al condenar el erotismo, el cristianismo propició que el imaginario lúbrico se concentrara en el infierno, convirtiéndose éste en el cielo de los pecadores, en el paraíso de la lujuria. Artistas de todos los tiempos han ido poblando el inframundo de todo tipo de parafilias, aparentemente para reprobarlas pero en la práctica para satisfacer el apetito escoptofílico de sus mecenas. Pero el anticlericalismo declarado no toma cuerpo en el arte (primero en la literatura) hasta […]