Un cortocircuito de géneros fílmicos y televisivos nos dejan por un momento a oscuras ante las videocreaciones de Carles Congost, y más si se concentran varias de ellas en un mismo espacio expositivo, obligándonos a recablear nuestros hábitos cognitivos, nuestro imaginario audiovisual, para tras ese parpadeo inicial aguzar nuestros sentidos. El palimpsesto conceptual no le va a la zaga al experimento formal. Así, en Simply the best (2016) un bombero suizo enamorado de su trabajo y […]