El entretenimiento en su fase más avanzada ya no se sustenta tanto en la evasión como en la parquematización de emociones extremas. Sobre ello elucubró Bruce Bégout en su novela Le Park, acerca de una isla transformada en resort no apto para el turismo masivo, en el que los visitantes podían satisfacer sus deseos más perversos. Mazmorras en sótanos de casinos, peligrosas selvas y arquitectura neurobiológica contribuían a colmar su morbosa sed de espectáculo. Los […]