Andy Warhol quería ser una máquina, desvincular el quehacer artístico del pulso humano, eliminar la pincelada. Alejandro Bombín quiere humanizar la máquina, recuperar el gesto, el margen de error. Entre uno y otro aconteció la revolución digital que nos convirtió a todos en productores masivos de imágenes, cumpliéndose el sueño del portavoz del pop art. Llegados a este punto de utopía (o distopía) democratizadora, en el que nos asalta un torbellino infinito de imágenes sin […]