Londres bullía de agitación subterránea a finales de los sesenta, y cuando salía a la superficie transformaba la topografía como lava ardiente. La edición de Miss Mundo de 1970 será recordada no tanto por las bellezas galardonadas sino por la lluvia de bombas fétidas y folletos sobre el escenario del Albert Hall, por las pancartas con las que jóvenes feministas enarbolaban su rechazo a ese mercado de ganado. Entre las activistas, había una que llevaba grotescos […]