vito acconci - seedbed - le bastart

Del cine táctil a la interacción virtual: mirones, sobones y exhibicionistas

En una carta enviada a Buñuel, Dalí elucubraba sobre la factibilidad de un cine que fuera más allá de lo retiniano. Imaginó una cinta transportadora delante del espectador por la que irían pasando sucedáneos táctiles de lo que era visto en la pantalla: pasarían injertos de pelos cuando se ve el sexo de una mujer, pechos de goma cuando el protagonista acaricia los de una chica…

Duchamp
Duchamp

La broma dadaísta de Duchamp con su Prière de toucher (un pecho de látex pidiendo ser tocado) compartía las inquietudes dalinianas por dislocar las sensaciones mediante correspondencias sinestésicas, al tiempo que invertía con ironía los protocolos museísticos (la ortodoxia del no tocar) que relegan el disfrute estético a lo visual.

Mientras que en Étant donnés (esa mujer despatarrada sólo visible por una mirilla) Duchamp escenificaba la pornificación del voyeurismo, en esta otra obra oponía al mirar privado el tocar en público.

valie export - tapp und tastkino - le bastart
Valie Export. Tapp und tastkino

Del ver pasamos simbólicamente al poseer cuando el tacto entra en escena. Con la posesión entra en juego el tema de los roles sexuales, que en los años sesenta Valie Export sacó literalmente a la calle con Tapp und Tastkino (Cine para palpar y tocar). Al hacer de sus pechos desnudos (pero ocultos por una cortinilla) un escenario ambulante e invitar a los transeúntes a tocarlos, trastocaba el principio de privacidad que garantiza el goce escoptofílico del espectador.

regina fiz - le bastart
Regina Fiz. Sala Hiroshima

Frente a la mujer  pasiva exhibida como objeto en el mundo del arte, Export oponía la imagen de la mujer dueña de su cuerpo e imagen. Su desafío a la mirada patriarcal sigue siendo hoy reivindicada por artistas como Regina Fiz, quien desplaza la lucha por el empoderamiento sexual hacia lo queer. En una performance reciente (Barcelona, 2015), aparecía sentada con pantalones abiertos en la zona genial como los que llevaba Export en aquella ocasión (1969) en que entró en un cine porno blandiendo una escopeta. Regina no exhibe su pubis sino un pene de plástico. Tras ella, una pantalla muestra la acción de Valie, pero retroalimentada por el registro de lo que sucede a tiempo real. Grabación y acción se superponen, presente y pasado (Export+Abramovic). El espectador-voyeur es violentado doblemente, por el arma y por ser introducido en el escenario sin previo aviso.

javi moreno - seed bed - le bastart
Javi Moreno. Seed bed: failed.version.

La ambivalencia entre sujeto activo y pasivo, entre público y artista, entre ofrecerse y obedecer, entre el ocultamiento y el espectáculo, se hace más turbia en el mundo virtual. En Seedbed: failed.version Javi Moreno reinterpreta en clave 2.0 la célebre acción en la que Vito Acconci se masturbaba bajo un falso suelo practicado en una galería para esconderse de los visitantes e introducir el eco de esos pasos y voces en sus fantasías sexuales.

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Javi Moreno. Instalación en Homesession (Bcn).

Moreno desplegó un doble juego: se ocultó físicamente al visitante de la galería pero se sobre-expuso a través de una página de sexo virtual. Al registrarse y mostrarse en CAM4, accedía a peticiones de otros chateadores, y todo ello era emitido en el espacio de exposición. Lo que el visitante no sabía era que esa habitación que la webcam grababa estaba en la propia galería, por lo que los comentarios de los espectadores quedaban integrados en la pieza (el voyeur espiado).

Más allá del guiño a Acconci, Moreno reflexiona sobre la exacerbación del exhibicionismo en los entornos interactivos del sexo amateur, sobre la abyección a que cada uno se somete por voluntad propia, la reconfiguración de la identidad en base a la transformación de uno mismo en objeto sexual. Nuevos modelos de subyugación auto-infligidos y reproducidos ad infinitum, placeres simulados, sobreactuaciones multiplicadas en los laberintos de espejos circenses de la ciberrealidad.

Anna Adell

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