No me fío de ningún pensamiento desexualizado, escribía Gombrowicz en sus Diarios, un autor en cuyas novelas dejó constancia de un discurrir interior en el que erotismo, pornografía y obscenidad son solo matices de un mismo telar cerebral. El título de la exposición comisariada por Javier Díaz Guardiola, Solo es sexo, nos recuerda dicho principio del escritor polaco por lo que tiene de apertura a múltiples filosofías de vida construidas alrededor de la erótica. Con […]