De entre todas las criaturas vivientes solo la especie humana es libre y excéntrica, a decir de Pico della Mirandola, pues su libertad le permite elevarse hasta las esferas supracelestes y a la vez hundirse en su fangosa podredumbre. Su colega Marsilio Ficino fundaba en Eros, el amor, el principio integrador entre la materia y el espíritu, entre lo inteligible y los órdenes invisibles que moran más allá del mundo astral. Porque el anhelo de […]