La narrativa me ofusca, las palabras me acotan, escribe Fito Conesa. La música, por su parte, ofrece cadencias insospechadas, tonos e intensidades interiores que pueden ser moduladas por solapamientos poco convencionales entre imagen y sonido, entre presente y pasado, presencias y ausencias. Conesa ha dado forma musical o de composición instrumental a batallas navales (Fantasía y fuga para Tsushima 2015), amaneceres suburbiales (Ouverture 2011), al rutinario subir y bajar de un ascensor (Música de cámara […]